miércoles, 2 de febrero de 2011

DORMIR

Dormir, dormir.
Se fuerzan a dormir, como se hunde a pulso un cuerpo más
liviano que el agua en la resistencia del agua.
Dormir, más allá del descanso y del deseo, de la vida y de la
muerte, ese dormir.
Dormir sin el se de dormirse. Un acto activo.
Lento, tal vez, pero intensamente activo.
Es empujar-se a un dormir que está cerrado.
Dormir como un cuerpo de animal que nunca vio la luz.
Como un cuerpo de animal que jamás fue visto por otro ser.
Un cuerpo de animal hundiéndose en un fango por torción,
en un fango sin fondo, bordes o sonidos.
Dormir es reducir toda la sangre a un puño de negra sangre,
desplazada al lugar más ajeno del cuerpo, al ahí.
Un crimen invisible.
Se lo llama "el descanso de la chalupa".
La chalupa que se mece interminablemente.
La chalupa solitaria en el mar del tiempo.
La chalupa de existir.

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