viernes, 10 de diciembre de 2010

UN CATÁLOGO DE CONEXIONES Y DE METÁFORAS





El cuerpo se acuerda de un amor como encender una lámpara
Alejandra PIZARNIK. Cit. en "Teoría del cielo"

Y la grieta en la taza abre un sendero
a la tierra de los muertos.
W.H. AUDEN

Vi los labios abrirse
pétalo a pétalo
Giorgos SEFERIS. Mithistoria.

El alma es la parte más cansada del cuerpo.
Paul BOWLES

Los cabellos son desnudez
El TALMUD

Quieto
no en la rama
en el aire
No en el aire
en el instante
el colibrí
Octavio PAZ. Poesía completa.

Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas.
E.E. CUMMINGS

Todas mis mariposas 
las deslicé en tu jardín
Else LÁSKER-SCHÜLER

"¡El pecado! ¡La vergüenza!", vociferaba mi madre con vio-
lencia, mientras su doble papada oscilaba y temblaba como
la yema de un huevo.
Witold GOMBROWICZ. Bakakai.

Es el misterio o la paradoja del artista, que no quiere ser
violado lo más íntimo de sí mismo y exige o necesita el
reconocimiento. Es la suerte de una religión que reduce
lo sagrado e invisible que hay antes... a la posibilidad de
lo decible.
Vergílio FERREIRA. Pensar.

No puedo recordar ninguna época en que no fuera cons-
ciente de la fragilidad de mi madre. En parte, eso me ha
convencido de su incomparable valor, porque sólo las me-
jores tazas se rompen fácilmente.
K. HARRISON

Todo está cerca. Es
 hoy.
 Las olas son de hoy.
Tomas TRANSTRÖMER. El cielo a medio hacer.

los anhelos de mi madre insuflaban nuestra vida como un
gas nervioso
Joan DIDION. En la maravillosa "Según venga el juego".

Al girar, las páginas sonaban como alas.
"El alma es un pájaro" dijo una vez mi padre.
Charles SIMIC. Hotel Insomnio.

La lluvia que desciende sobre el último día
del año, lo convierte en
un recipiente
donde todos sus días se recogen
confundidos en esta única agua.
V. MAGRELLI

Nubes que no veía desde entonces
Como la muerte pasan sobre el agua.
Jorge GAITÁN DURÁN.

Pasaron junto a dos coches que estaban estacionados en
fila y cargados de ciervos ensangrentados, como coronas
mortuorias, como trofeos, como mujeres, pensó.
Lorrie MOORE. Como la vida misma.

Asocio la luna a la sangre de las madres, a las menstrua-
ciones cuyo olor produce náuseas.
G. BATAILLE

Plotino decía que las reencarnaciones sucesivas son como
un hombre que duerme en diferentes camas.
Pascal QUIGNARD. Las sombras errantes.

Así estábamos una noche 70 fetos conversando de vientre
en vientre, no sé bien en qué mundo y a distancia.
H. MICHAUX

-Lo más disparatado -prosigue- es que a un kilómetro de
la central de Fukushima, a lo largo de la orilla, acaban de
despejar una estela de  mil años de antigüedad. En japo-
nés antiguo, puede leerse la siguiente inscripción: "No
levantéis aquí nada importante. este lugar será arrasado
por tsunami gigantesco."
Amélie NOTHOMB. La nostalgia feliz. [Se refiere al tsu-
nami que destruyó parte de la central atómica de Fukuyi-
ma... y que sigue contaminando el mar, dicho sea de paso,
de una forma monstruosa.]

donde están las provisiones de coles de los horticultores, 
como bombas con mechas verdes. Estas bombas de coles 
verde pálidas, apiladas en desvergonzada exuberancia, des-
de lejos me recordaban la pirámide de cráneos en el lúgu-
bre cuadro de Vereschaguin.
Ósip MANDELSTAM. (El cuadro en cuestión se llama
Apoteosis de la guerra, que en 1870/71 compusiera el ar-
tista V.V. Vereschaguin (1842-1904).)

Pero nosotros vamos condenados
a jamás encontrar nuestro reposo,
y la sufrida especie
vacila derrumbándose
a ciegas, una hora
tras la otra,
igual que el agua va cayendo
de peña en peña,
perenne su caer a lo desconocido.
F. HöLDERLIN

Michaela, que hace una pausa porque algo se le acaba de o-
currir: "¿Te das cuenta de que Beethoven compuso toda su 
sica sin haber mirado el mar ni una sola vez?"
A. MICHAELS

¿Y qué importa si un domingo, al entrar en nuestra iglesia
de piedra sin calefacción, el sacerdote con sus velas y cam-
panillas nos recuerda algún rito iniciático de la infancia, 
una ceremonia en el granero o el cobertizo para ingresar en
la misteriosa orden del Avispón Verde?
John CHEEVER. Diarios.

Incluso el clima se había adaptado servicialmente a la situa-
ción: el día no era ni despejado ni nublado, sino de un gris
claro como el que se encuentra únicamente en los gastados
uniformes de los soldados de guarnición, una tropa por lo
general pacífica si no tenemos en cuenta sus borracheras de
los domingos.
Vladimir NABOKOV. Nicolai Gogol.

Como un pulpo
Se disuelve en su tinta
el poema y la noche
FUAD EL-ETR

Como cruza una estrella fugaz el inexplorado
tabernáculo del cielo en medio de la noche,
o cae la flor del manzano con la suave brisa,
así su espíritu se desprendió del pecho.
A. SIKELIANOS

A veces, algunos hechos coinciden en el tiempo y uno termi-
na creyendo que eso significa algo. Después hay que esperar
a que ese algo se revele.
W. GOYEN

La tarde caía y la fiebre de comienzos del verano había aban-
donado el ambiente, al igual que la temperatura abandona a
un gigante muerto.
Kenzaburo OÉ. Una cuestión personal.

Hierba, antepasado del humo.
Omar PÉREZ. (La Habana, 1964). Diario de poesía N° 58.

el hombre se va adormeciendo, como pan en el horno, como
pan que duerme al abrigo del fuego.
Antonio DiBenedetto. Cuentos del exilio.

Un viejo está sentado
A la sombra de un pino, 
En China.
Contempla las consueldas,
Blancas y azules,
Al borde de la sombra,
Movidas por el viento.
Su barba ondea al viento.
El pino ondea al viento.
Así las aguas
Corren sobre las algas.
Wallace STEVENS. De la simple existencia.


algunas coincidencias corren el riesgo de ser ignoradas por
todos
P. MODIANO

Apenas cuatro años mayor que Nabokov, Alfred Kinsey (1894-
1956) era, como el novelista, un entomólogo notable. Kinsey estudiaba avispas, Nabokov cazaba mariposas (entre 1949 y
1959 viajó más de ciento cincuenta mil millas a través de los
Estados Unidos acompañad por Vera).
Daniel LINK. Fantasmas. (Un libro notable)

todos los grandes ríos de China se dirigen al Este
R. KOUSBROEK

Se puede formar una ciudad con aquellos que me olvida-
ron (escribe Joseph Brodsky)... Pero yo/ Sólo tengo mi
nombre para decir/ a toda la gente/ que no me conoce (es-
cribe Pierre Reverdy).

Schopenauer escribió que la vida y los sueños eran hojas de
un mismo libro, y que leerlas en orden es vivir; hojearlas, so-
ñar.
J.L. BORGES

Resultó que ambos adolecían de igual timidez ante la vida,
de la misma falta de acometividad, y habían emprendido
juntos algo, conforme a aquella ley singular que une los
defectos iguales, hace salir a pasear juntas a dos muchachas
feas, complica en una conversación a dos sordos y enlaza a
dos tímidos en la creencia de que, sumándose uno a otro, en-
gendrarán osadía.
Joseph ROTH. A diestra y siniestra.

Roth, a quien le gustaba examinar a la gente, me preguntó:
"¿Sabe usted lo que dijo Heinrich Heine cuando en el año
1800 y pico estudiantes alemanes quemaron libros, entre
otros los del mismo Heine?" Le dije que no lo sabía. "Heine
dijo en parís: 'Nunca volveré a Alemania. Donde se queman
libros se queman también seres humanos.'"
G. Von CZIFFRA

El agua gris se revolvía, penetraba trágicamente en el mar
del Norte como un rebaño de ovejas entra en el matadero.
J. COCTEAU

Todas las cosas están conectadas. Aquello que le sucede
a la tierra le sucede a los hijos de la tierra.
Cacique SEATTLE

Comunicación entre personas alejadas en el espacio y en
el tiempo, dice Galileo, pero es preciso añadir: comunica-
ción inmediata que la escritura establece entre todas las
cosas existentes o posibles.
I. CALVINO

Ni los versos ni los niños se encargan a Dios, ¡ellos eligen
a sus padres!
M. TSVETAIEVA

la    primavera   se entrena   en ornitología
Jan SKUDLAREK

Al igual que un bosque no estaría separado del paso de
una persona que lo hubiera atravesado antes de ser asesi-
nada, como un vestido, una cabellera, una carta, una
huella en el fondo de una gruta, una voz en una red
telefónica.
M. DURAS

incluso los que duermen son obreros y colaboradores de
lo que ocurre en el Universo.
HERÁCLITO

El clima. Hay que llegar a una cierta temperatura que haga
maleables las cosas.
G. BRACQUE

(Nada de cosmos) Tal vez haya indiferencia entre las cosas.
BIOY

Primera traducción de Borges al francés: "Aproximación a
lo oculto" en 1939. Tal vez Daumal tomó prestada de ahí la
idea del Monte Análogo.
R. CAILLOIS

Cada vez que el tren aminora su marcha
un hombre con nuestros rostros en los botones dorados
de su chaqueta pasa a través de los vagones
susurrando el nombre de una ciudad.
C. FORCHÉ

Puedo comprender muy bien a los Yevgrafs. Se vuelven
salvajes. Ven cómo la Revolución se aburguesa con la mis-
ma desesperación del que ve engordar a la mujer amada.
Joseph ROTH. Viaje a Rusia.

La charca y el río
se han reunido en uno solo
en la lluvia de primavera.
BUSON

una imagen análoga a la de Gautier cuando compara las
góndolas de Venecia con violines.
Giorgos SEFERIS

Hay un país que es Dios, Rusia limita con él.
Rainer M. RILKE

Ni los versos ni los hijos se encargan a Dios, ¡ellos
eligen a sus propios padres!
Marina TSVIETAIEVA

La decoración anticuada me recordaba curiosamente
a un forro desgastado de terciopelo de color burdeos,
al interior de un joyero o de un estuche de violín.
W.G. SEBALD

El fenómeno químico se distingue del fenómeno físico
por su irreversibilidad, que lo acerca  a la vida.
M. TOURNIER

Susan Sontag ha escrito que la enfermedad es otro país,
una especie de existencia paralela con sus propias leyes
y lengua: "La enfermedad es el lado nocturno de la vida,
una ciudadanía más cara. A todos, al nacer, nos otorgan
una doble ciudadanía, la del reino de los sanos y la del
reino de los enfermos."
Richard GWYN

Theodore Roethke dijo una vez que la escritura de un
poema comienza, si recuerdo correctamente, como un
"mecanismo psicológico de rezo".
J. BRODSKY

Una manzana dura, cortada en rebanadas muy finas,
es la mejor compañera del oporto.
R. DAHL

Un par de años antes de que esto ocurriera, un día de vera-
no en que yo me encontraba en el Club de Golf, vagando
distraídamente junto a la casa del cadi, presencié una esce-
na que no logré entender. Al principio pensé que se trataba
de un animal desconocido. Luego retrocedí con horror. Lo
que estaba viendo era una serpiente tragándose a una rana
que se resistía a ser digerida. Igual que la idea de que otra
mujer pudiese ocupar el lugar de mi madre no sólo en la 
mesa, sino también en el corazón de mi padre.
William MAXWELL. Adiós. Hasta mañana.

Balzac por una parte profesa que el escritor debe huir
y vivir una separación absoluta del amor para hacer su
obra, y, por otra parte, cree sinceramente que su
finalidad verdadera no es la literatura, sino la dicha
amorosa.
R. BARTHES

Todos los poetas adoran las explosiones, las tormentas,
los huracanes, las conflagraciones, las ruinas, las
carnicerías espectaculares. La imaginación poética
no es algo deseable en un estadista.
W.H. AUDEN

Por lo demás, las regiones pantanosas del culo -a las cua-
les sólo se asemejan los días de marea y tempestad, o las
emanaciones sofocantes de los volcanes, y que, como és-
tos, no entran en actividad sin algo análogo a un desastre.
G. BATAILLE

Cantar, en verdad, es un soplo distinto
un soplo, sin rumbo. Un hálito de Dios.
Un viento
(...)
¿Me reconoces, aire, lleno de tantos lugares
antiguamente míos? Tú que fuiste una vez
lisa corteza, curva y follaje de mis palabras.
R.M. RILKE

La camisa del apicultor pica.
H. MICHAUX

En la ventana una rosa tiene los colores
de un tierno pezón de mujer rubia
un topo avanza bajo tierra
J. FOLLAIN

Y, cada vez
Más negra, por la cadera trepa la gangrena
como la media de una corista de varietés.
J: BRODSKY

La web debe de asemejarse al inconsciente de las sociedades
occidentales.
Pierre LEMAITRE

"Desgarrador" es la palabra que me surge al contemplar esta
foto. se trata de un ritual que se desarrollaba cuando los gran-
des barcos ultramarinos zarpaban con rumbo a tierras lejanas;
por ejemplo, de Holanda a las colonias. En esas oportunida-
des, entre el barco y el muelle se producía una lluvia de ser-
pentinas, que iban rompiéndose una a una al soltar las ama-
rras. Siempre quedaban algunas que lograban resistir un poco
más, pero al final también estas sucumbían y entonces se cor-
taba de forma definitiva toda unión entre quienes quedaban
en tierra y quienes partían. Es difícil encontrar un simbolismo
mejor para expresar el desgarramiento de los lazos del cora-
zón: los vínculos emocionales entre enamorados, entre padres
e hijos, entre amigos y parientes, a menudo con el temor, y a
veces la certeza, de que no volverían a verse nunca más.
Rudy KOUSBROEK

¿Cuál es el pensamiento de las fieras que rivaliza con el
pensamiento de los hombres? ¿Cómo definir con mayor
precisión ese noos que aguza las orejas, es decir que va a
girar y coordinar ambas orejas hacia el menor intervalo
sonoro en el mundo prelingüístico?
Pas cal QUIGNARD. Morir por pensar.

Una mujer llamada Mrs. Simon:
Que vio a un anciano en un tren sacar la cabeza por la venta-
nilla durante una implacable tormenta de noviembre y dejar-
la allí fuera diez minutos completos.
Y un año más tarde en la Royal Academy se topó con Lluvia,
vapor y velocidad de Turner en exhibición.
David MARKSON

un debilitante tartamudeo que lo hacía arrastrarse de una con-
sonante a la siguiente como un escalador ascendiendo por una
difícil pared rocosa.
Eric McCORMACK. Paradise Motel.

Del cochecito a la tumba, la vida sucede cada vez más entre
el centro comercial y la televisión. Ni más rara ni más estú-
pida que la de antes, entre el campo y el bar del pueblo.
Annie ERNAUX. Diario del afuera.

En "Después del diluvio" encontramos la siguiente estrofa:
"Una puerta se cerró de golpe, y en la plaza de la aldea, el
niño giró sus brazos, comprendido por las veletas y los ga-
llos de los campanarios de todas partes, bajo el resplande-
ciente aguacero".
La conexión entre la puerta que se cierra de un golpe y el 
niño que agita los brazos es entendida por las veletas y los
gallos de los campanarios pero no es, no puede ser, revela-
da al entendimiento humano.
Jamie JAMES. Rimbaud en Java. (Los versos, por supuesto,
son de Rimbaud.)

Es el conductor de un minitaxi.
Este oficio parece atraer a los perturbados mentales.
J:CARTWRIGHT

Tomé un par de pastillas y me quedé dormido cuando los
dolores de detrás de mi frente comenzaban a retirarse como
se retira la humedad oscura de la arena paulatinamente más
clara después de la marea.
W.G. SEBALD. Vértigo.

Una biblioteca es un harén.
R. W. EMERSON

Amo lo que nos separa en nuestra semejanza.
E. MAUNLOK

De joven había sido boxeador aficionado en la
Asociación Zoroástrica de Cultura Física, y juraba
que prefería mil veces recibir un directo a la
mandíbula que ser uno de los primeros en salir
a bailar a la pista del Mongini's.
R. LUCAS. Noches en Mongini's

Según Casanova, existe una rivalidad natural entre
las mujeres y los impostores.
F. MARCEAU. 

Entre las ondas del Jónico y las del Alfeo la
diferencia está en el sabor, quizá también en una
leve variación del color. Entre el agua de Aretusa
y el agua de Alfeo la única diferencia está en la
espuma sobre la cresta de Alfeo, que emerge del
mar. Pero el sabor es muy parecido: ambas vienen
de Olimpia.
R. CALASSO

La presencia de la nutria nos demostró que allí no
había cocodrilos, pues este animal les tiene miedo
a las nutrias y evita cuidadosamente la misma
corriente del río.
P. FAWCETT

Borges que vaticina, con toda razón, que todo
encuentro casual es una cita...
E. MIGNONA

Los primeros años (de exilio) me pasaron cosas
divertidas como ésta: un domingo, en Roma, a
las 3 de la tarde, voy a visitar a un amigo y paso
por el Coliseo, que se parece a la cancha de Ríver
sólo que es más chiquito... El asunto es que era
domingo, verano, y mucha gente lo visitaba; estaban
los vendedores de helados, de globos, los pibes, todo
eso, y de repente oigo ese pito y me dije: "empezó
el partido"... pero resulta que era el pito del guardián
que estaba echando a unos pibes que corrían por las
ruinas.
J. GELMAN

Al final de esta oración comenzará la lluvia/
Y al filo de la lluvia, la vela de un barco...
D. WALCOTT

tiempo en abundancia
como los enfermos de pulmón
como un emperador exiliado
Zbigniew HERBERT. Presentimientos escatológicos de
Don Cogito.

Una mano se mueve, y el remolinear
del fuego cobra diferentes formas:
Todas las cosas cambian cuando cambiamos.
La primera palabra, "Ah", florece en todas las otras.
KUKAI

Súbitamente descubriendo en los ojos de la bellísima
Cocotte normanda
los ojos del instruidísimo asistente del Museo Británico
E. POUND

Tomó un pequeño bocado de su sándwich y cambió de
posición para que quedásemos una al lado de la otra, am-
bas vueltas en la misma dirección. Al apartar su mirada 
de la mía, me liberó, igual que uno se siente libre de de-
cir verdades en un coche durante un largo viaje nocturno.
Helen GARNER. La habitación de invitados.

En algún lugar de la ciudad de Nueva York hay tres
o cuatro objetos aún desconocidos que embonan uno
con otro. Cuando estén juntos serán una obra de arte.
Tal es la premisa de Cornell, su metafísica y su religión;
la deseo entender.
Sale de su casa en Utopia Parkway sin saber qué busca
ni qué encontrará. Hoy, podría tratarse de algo tan común
e interesante como un viejo dedal. Tal vez pasen años
antes de que encuentre compañía. Mientras, Cornell
camina y busca. La ciudad tiene un número infinito de
objetos interesantes en lugares inusitados.
CH. SIMIC

el caballo del torturador
rasca su inocente grupa en un árbol
W.H. AUDEN

Sin la menor duda, no veo nada cristiano en Goya. Pero
Ortega y Gasset me dijo un día: "Los Españoles no han sido
jampas cristianos". En efecto, ellos participan de una reli´-
gión más primitiva, donde lo trágico es más terrible, más
inefable que en el catolicismo, una religión que se vincula
a todas las religiones medio-cristianas, abiertas sobre la
muerte, como por ejemplo, la religión de los Mexicanos.
P. DRIEU LA ROCHELLE

Me parece emblemático que su último libro haya sido
"Sobre la fotografía" (lo era de manera engañosa, claro).
Elocuente o discreta, la Foto no dice nunca más que una
cosa: estuve allí; desemboca en un gesto de mostración,
en la deixis silenciosa y simboliza un mundo de antes o
de después del discurso; hace de mí un objeto, es decir
un muerto. Lo que Barthes mismo llama "mi última
investigación" (¿Azar? ¿Lapsus? ¿Premonición? Volvía
a referirse a la muerte.)
T. TODOROV

Sus frases son cada vez más cortas, destroza los sujetos,
sus palabras sacan pecho y se ponen a marchar: un dos,
un dos. Es un espanto.
Joseph ROTH

El reflejo del vino atravesado por la luz colorea de rojo
los dedos del copero, como el enebro deja teñido el
hocico del antílope.
ABU-L HASAN ALI BEN HISN

Los espiritistas llaman al alma para saber que número
saldrá en la lotería. Pero viene la policía y les pega.
Por idiotas.
J. FIJMAN

Cuando niño, la caída en la sombra, la humedad y el
frío del invierno, se confundían para mí con la desdicha
de existir.
M. TOURNIER

Es curioso cómo se parecen las personas que viven en
las casas que lindan con el ferrocarril suburbano. Es como
si a lo largo de la línea y más allá de los viaductos se hu-
biera asentado una sola y gran familia.
Joseph ROTH

Entre los Tlingit de Alaska, los ocho huesos largos del
cuerpo se asociaban con las ocho vigas de una casa. La
puerta era la boca.
N. BARLEY

La luna es como un espejo cuyo alinde ha sido empañado
por el suspiro de las doncellas.
Y la noche se viste con la luz de su lámpara como la
negra tinta se viste con el blanco papel.
BEN BURD el NIETO

¡Cómo todo se encuentra cuando uno se separa! ¿Cómo
todo se une cuando uno está lejos!
Marina TSVIETAIEVA

Según Sherrington el cerebro es "un telar encantado en
el cual millones de agujas centelleantes (los impulsos
nerviosos) tejen un dibujo efímero pero que contante-
mente se disuelve y se renueva."
J.R. WILCOCK

Para Auster el arte de la poesía y el del funambulismo,
eran semejantes. Artes inútiles flotando en el vacío, cau-
sando sin embargo una emoción que nada lograría pro-
vocar. Ambas espantan la idea de la muerte con la belle-
za gestual del cuerpo y la corporal de la palabra.
César A. MOLINA

Oí un disparo en el bosque alpino, y un ciervo murió.
Oí un disparo en el jardín y un arrendajo murió. Oí
un disparo en el hotel, y una joven murió. Pensé:
"Oirás tu disparo cuando te pegues un tiro?"
A. POLGAR

Acerca de los poemas que no funcionan,
¿quién quiere ver a un pájaro casi volar?
M. OLIVER

Está escrito en los archivos reales de Asurbanipal [Babi-
lonia], con relación a la adivinación de sueños, que "si la
orina del que sueña, al fluir, se esparce ante su verga y se
derrama por la calle, tendrá hijos. Si se orina, al derramar-
se se postra ante ella, tendrá un hijo que llegará a rey. Si
mea sobre los rosales no tendrá descendientes".
Henri MICHAUX. Modos del dormido, modos del que
despierta.

Cowley comparó el corazón del enamorado
con una granada de mano. Siembra la destrucción.
BIOY CASARES

desnuda y acostada en un colchón de caucho, con los ojos
cerrados como los de un faisán abatido del cielo por un dis-
paro.
Kenzaburo Oé. Una cuestión personal.

La metempsicosis enmendada: el alma de Bismarck
reencarnada en el corazón de una sensitiva.
J. RENARD

Los bombarderos nos recuerdan lo que Leonardo [da Vin-
ci] esperaba del hombre al volar, que debía elevarse 'para
buscar nieve  la cima de los montes, y regresar para ahu-
yentar, sobre los adoquines de la ciudad, vibrantes de ca-
lor, el verano.
W. BENJAMIN

la cara de póker de Keaton puede tener su origen en
el hecho de que de niño lo usaron como "bala humana"
y tuvo que aprender a no mostrar el dolor que sentía.
J. COLE

se besan como peces tropicales
J. CARTWRIGHT

Desgraciadamente, como pude comprobarlo antes,
si uno usa una inicial para su personaje principal, la
gente comienza a hablar de Kafka.
G. GREENE

Largos labios lanzados lascivos: moluscos sangrioscuros
J. JOYCE

En una hipérbole admirable, Paul Valéry arroja un
puente entre esta "oponibilidad" del humano pulgar
y esa otra facultad- la conciencia- que posee el
espíritu humano de pensarse a sí mismo.
M. TOURNIER

Oh la luna de medianoche
Desapareció en una nube
Entretanto me pregunto
Si acaso tendré
La suerte de reencontrarte.
Murasaki SHIKIBU

Grandes lazos en sus delgados zapatos de bronce: espolo-
nes de una gallina consentida.
James JOYCE

Todo lo que no es cielo es infierno.
CH. MARLOWE



No hay comentarios: